Diccionario médico
ACÚFENO.- Es la presencia persistente de un zumbido de oído en ausencia de un sonido real, el cual proviene del interior del oído. Este sonido suele ser una pulsación, un silbido, un zumbido o un sonido profundo y prolongado pudiendo percibirse en uno o en ambos oídos.
BAROTITIS.- Es una lesión en el oído medio causada por una presión desigual de aire en uno y otro lado del tímpano (presión interna y externa).
COLESTEATOMA.- Es un tipo de quiste localizado en el oído medio. Puede ser un defecto congénito, pero se da más comúnmente como complicación de una infección crónica del oído.
FÍSTULA PERILÍNFICA.- Es el escape del fluido del oído interno al oído medio, que ocurre sin causa aparente o está asociado con traumatismos en la cabeza o esfuerzo físico excesivo.
HERPES ZOSTER DEL OÍDO.- (síndrome de Ramsay Hunt) Es una infección del nervio auditivo producida por el virus herpes zoster, que causa dolor agudo de oído, pérdida de audición y vértigo.

 

HIDROPESÍA LABERÍNTICA.- Exceso de fluido en el laberinto, causando presión o sensación de llenura en los oídos, pérdida auditiva, mareo y pérdida del equilibrio.
HIPOACUSIA.- Es la pérdida o disminución de la audición, que puede afectar uno o ambos oídos.
IMPLANTE COCLEAR.- Es el dispositivo médico que estimula directamente el nervio auditivo, para permitir que algunas personas sordas aprendan a oír e interpretar los sonidos y el habla.
LABERINTITIS.- Es un trastorno del oído que implica inflamación de los canales del oído interno y que produce vértigo. Su causa es desconocida pero se cree que es consecuencia de una infección viral o bacteriana.
MASTOIDITIS.- Es una infección de la apófisis mastoides, el hueso prominente que se encuentra detrás del oído, como consecuencia de una infección del oído medio.
MIRINGITIS INFECCIOSA.- Es una inflamación del tímpano por infección viral o bacteriana, originando ampollas dolorosas en él.
NEURINOMA ACÚSTICO.- Es un tumor generalmente benigno, que se desarrolla en los nervios de la audición y del equilibrio, que puede causar una pérdida gradual de la audición, zumbido y mareos.
NEURONITIS VESTIBULAR.- Es un trastorno caracterizado por un fuerte y repentino ataque de vértigo, causado por la inflamación de los nervios conectados a los canales semicirculares.
OSTEOMA.- Es una tumoración no cancerosa ubicada dentro del conducto auditivo externo, en el pabellón de la oreja o en otras partes del oído.
OTITIS.- Es un trastorno que involucra infección y/o inflamación del oído interno o externo, pudiendo ser aguda o crónica.
OTORREA.- Es el drenaje de sangre, cera, pus o líquido del oído, el cual puede ser causado por irritación o infección.
OTOSCLEROSIS.- Es un crecimiento óseo anormal en el oído medio que causa la pérdida de la audición, lo cual impide la vibración del estribo como respuesta a las ondas sonoras.
PRESBIACUSIA.- Pérdida de la audición que ocurre gradualmente debido a cambios en el oído medio o interno, a medida que las personas envejecen.
SÍNDROME DE MENIER.- Es un trastorno del oído interno que afecta el equilibrio y la audición, caracterizado por una sensación anormal de movimiento (vértigo), mareo, pérdida de audición en uno o ambos oídos y ruidos en el oído.
ZUMBIDO.- Es la sensación de un pito o rugido en los oídos, mayormente asociada con varias formas de discapacidad auditiva.

EL AUDIOPROTESISTA: Un profesional de la salud necesario

El audioprotesista es el único profesional sanitario autorizado oficialmente para adaptar audífonos. Profesionalmente, podríamos equiparlo a un óptico.
La rehabilitación auditiva tiene que adaptarse a las necesidades de cada persona. Por ese motivo, el audioprotesista elabora un estudio completo del paciente y realiza las pruebas auditivas pertinentes para valorar cuáles son las necesidades específicas y el audífono más conveniente.

Según el protocolo de adaptación protésica ,el audioprotesista establece un primer contacto con el paciente y sus acompañantes, durante el cual realiza un cuestionario sobre antecedentes familiares, exposición a ruidos en el entorno laboral o social, u otros factores que le permitan analizar mejor el problema auditivo.
Posteriormente, realiza audiometrías que determinan cuáles son los umbrales de audición o el grado de pérdida auditiva, así como la calidad auditiva de que dispone la persona. Una vez finalizadas las pruebas, el audioprotesista evalúa los resultados y, con ayuda de ordenadores especiales, selecciona el formato de audífono más conveniente.

El aparato tiene que adaptarse a la forma interna del oído, diferente en cada persona. Por eso, también es necesario hacer una impresión: consiste en introducir una pasta en el oído, que se solidifica posteriormente y que sirve para tomar el molde. Con éste, el audioprotesista elabora la prótesis que contendrá el audífono seleccionado.
Finalmente, se ajusta y programa el audífono a las necesidades del paciente mediante un complejo sistema informático, se coloca en el oído y se realizan nuevamente pruebas para comprobar su correcto funcionamiento con respecto a la pérdida real de audición del paciente.

El especialista lleva a cabo controles periódicos para reajustar la prótesis, realizar un control técnico y de mantenimiento o renovar de forma eventual los moldes. También proporciona al paciente consejos de utilización y entrenamiento para ayudar a la adaptación.
 
"Oír bien es entender"